La docencia es un acto generoso por sobre todas las cosas
Entrevistamos a los profesores Raúl Fernando Pena y Gonzalo Juarros, ellos desarrollan su actividad docente en el IES 9-010 ?Rosario Vera Peñaloza?. Desde allí nos hacen reflexionar sobre la importancia de la paciencia y la escucha en el desempeño del rol docente. Muchas veces un practicante pone todo de sí para armar una clase magistral, al llegar al aula se da cuenta que es poco lo que puede dar, y choca lamentablemente con la realidad que se vive en las escuelas. Es necesario que nos sigamos capacitando. Es fundamental querer lo que uno hace y querer la persona, de cada alumno, que uno tiene por adelante; porque la docencia es un acto generoso por sobre todas las cosas.
¿Por qué se inclinaron a estudiar una carrera docente?
Raúl Fernando Pena: -Yo particularmente porque mi madre era maestra, mi abuela y mis tías y siempre tuve admiración por ellas. En la secundaria fui al Liceo Agrícola y en Lengua, en el año 1972 cuando estaba en 2do. Año, a los 14 años, leí “Cuentos y Relatos del Norte Argentino” de Juan Carlos Dávalos. Cuando terminé de leer ese libro dije: “Yo voy a ser profesor de lengua”. Tengo 56 años y para mí Dávalos sigue siendo un referente, uno de los grandes narradores argentinos.
Gonzalo Juarros: -En mi caso, también mi madre y mis tías eran maestras. Cuando ingresé a la escuela secundaria en la Escuela Provincial de Bellas Artes, empecé a transitar ese trayecto educativo, y me encontré con los talleres que se cursaban a la tarde que me motivaron muchísimo. Allí teníamos excelentes profesores, como el profesor Sarelli, el profesor Ceverino, Ojam, grandes artistas de la provincia. En 4to año conocí al profesor Gómez de la Torre de Filosofía y allí decidí orientarme hacia la Filosofía y a la Estética particularmente. A los 16 años recibí de sus manos el primer libro de Aristóteles que me prestó para leer y desde entonces comencé a inclinarme hacia la docencia. Me recibí primero como Maestro para las Artes Plásticas y después cursé Filosofía en la Universidad Nacional de Cuyo.
¿Qué docentes tuvieron como referentes siendo alumnos y a lo largo de sus carreras?
Raúl Fernando Pena: -En la escuela tuve grandes profesores, algunos habían sido profesores de mi padre como el Doctor Mario Ortiz Govante, que a pesar de ser médico nunca ejerció como médico sino como docente. Otro, el señor Germán Céspedes, un docente de origen boliviano, Jefe de Archivo del Diario los Andes. Me impresionó su personalidad, su presencia. Por ser un hombre culto pronunciaba muy bien el español. Tuve con él charlas en las que recibí consejos que venían a colación de sus clases de Educación Democrática. La profesora Nidia Mañile de Pérez, excelente docente de Lengua, quien después fue Directora del Liceo Escolar. Luz María Rigine de Alaman quien también fue mi profesora en la Facultad de Filosofía, también excelente. Y aunque los dos provenimos de formación técnica, porque los dos somos exalumnos del Liceo Agrícola, nos dedicamos a la docencia.
¿Cuál es el modelo de docente? ¿Qué herramientas o recursos debe tener el docente al momento de acompañar a sus alumnos en la clase?
Raúl Fernando Pena: -El docente debe estar capacitado, la mejor pedagogía es saber bien lo que se debe enseñar. Debe moverlo la vocación porque este trabajo tiene que gustarte, amar a los jóvenes con sus diferencias. Yo he trabajado en escuelas secundarias de tipo urbano marginal con problemas sociales de todo tipo, pero siempre me llevé bien con mis alumnos, creo que porque ellos percibían que los quiero mucho. Y además el compromiso, el docente se identifica con determinados lugares, con las escuelas. En términos muy criollos yo diría que “uno se aquerencia”. Yo he trabajado en el IES 9-010 “Rosario Vera Peñaloza” 20 años, como Vice Rector en tres períodos y Regente Suplente también. Y trabajé 20 años en la escuela “López Aguado” de Coquimbito, como Director en cargo vacante.
En la metodología yo vengo de otra época, he sido muy de la lectura, siempre en defensa del libro. He sido más resistente a las nuevas tecnologías. Pero reconozco que actualmente contar con las netboock es una ventaja. Para trabajar en Literatura Española “La vida es sueño”, por ejemplo, los chicos ya han bajado la obra y hacemos teatro leído y no tenemos que perder tiempo que si está o no está en la biblioteca. Son recursos que facilitan, se accede mucho más fácil a la información de la antología, por ejemplo. Antes éramos ratas de biblioteca. Pero al libro lo voy a defender toda la vida.
A pesar de mis dos cirugías de hipófisis, de un cáncer de próstata, acudo a mi memoria todavía y recito poemas en mis clases, porque me lo piden siempre.
Gonzalo Juarros: -Yo lo definiría en torno al dinamismo, tanto en las teorías, como en las nuevas leyes que definen el cambio en la educación, como en la incorporación de las nuevas tecnologías. Nuestra profesión hoy también se define por la posibilidad de adaptarnos, de cambiar, siempre sosteniendo la línea de ese recurso que es el conocimiento. La pedagogía, el modo en que se trasmite ese saber, debe acompañar la trayectoria del estudiante, de forma dinámica; a pesar que presentan problemáticas nuevas, hay que seguir llegando a los estudiantes. Y sin dudas el compromiso con los jóvenes es lo primero.
Raúl Fernando Pena: -Siempre recuerdo que la profesora De Aro trajo un alumno a la carrera que dijo: “Yo me siento tan bien aquí porque para todos yo soy Federico, me conocen por mi nombre”. Y es cierto, aquí tenemos un trato muy familiar con ellos, conocemos sus trabajos, traen sus hijos. Y en esto radica la justificación del Nivel Superior en sus territorios. Actualmente la mayoría de las escuelas secundarias de la zona están cubiertas con docentes que fueron alumnos nuestros, y exalumnos están trabajando aquí con nosotros, desempeñándose muy bien. Ese es el orgullo más grande para nosotros como docentes, que nuestros alumnos se inserten en el mundo laboral con profesionalismo, con cariño por lo suyo, no pierden el referente de esta casa donde han recibido su formación, donde se los ha querido y los queremos.
Gonzalo Juarros: -En el Equipo de Gestión hay una gran generosidad. Muchos de los Coordinadores de Carreras somos jóvenes. Como vivencia de apertura siempre nos convocan, eso muestra una Gestión de puertas abiertas para los alumnos y para los docentes nóveles.
¿Cuándo demuestra el alumno que ha aprendido?
Raúl Fernando Pena: -En la evaluación va el estilo del docente, sus ideas. Por ejemplo, en Literatura Española priorizo la lectura haciendo teatro leído, representan ellos su parte. Y la evaluación no es un examen, sino un coloquio sobre una serie de novelas contemporáneas. Los estudiantes leen muchas obras con entusiasmo, sin la presión de leer para rendir. Porque el aprendizaje por shock vale para el momento pero no es válido como cuando se disfruta la lectura. Lo que yo busco en mis clases es que los alumnos adquieran ese sentimiento de valoración por la literatura española y argentina, con el incentivo de seguir leyendo en forma personal o leyendo juntos, entre todos.
Estamos leyendo como lectura recreativa una novela filosófica “Niebla” de Miguel de Unamuno. Los alumnos se han enganchado muchísimo, durante el proceso se han caracterizado, se maquillaron y la representaron muy bien porque les gustó mucho. Por eso los invité a un desafío, como evaluación final queda librado a ellos una dramatización. A partir de “Niebla” ellos debían hacer un guión teatral y representarlo. A mí me gusta que la lectura la disfruten y no que la padezcan. Así la evaluación no es ni un número, ni un momento.
Gonzalo Juarros: -En Filosofía leemos los textos originales, siempre contextualizando, buscando los ejemplos que traigan a ese filósofo a nuestra cotidianidad, a nuestra forma de pensar, opinando y debatiendo. Sobre el final compartimos con otras carreras ya que la riqueza del IES 9-010 también lo permite (porque están los estudiantes de Arte, de Literatura) y así compartimos una suerte de retomar conocimientos de la formación, ponerlo en cuestión a través de los textos filosóficos o tomarlos como guía para comprender otras cuestiones de la formación, otros contenidos u otras situaciones. En ese sentido hacemos una integración que es una forma de evaluar.
¿Qué consejo les dan a todos los alumnos del Nivel Superior que leen el Boletín?
Gonzalo Juarros: -No a modo de consejo, pero sí me gusta mucho que podamos situarnos, contextualizar la realidad que nosotros vivimos y observar en ella las grandes garantías del derecho a la educación que tenemos en la República Argentina. La riqueza de nuestro sistema educativo, que no es comparable fácilmente con otros países del mundo. Los alumnos conocen la realidad, pero es muy positivo ver que la movilidad social ascendente va de la mano con la educación, no es un hecho que se replique en todas las naciones del mundo, sino que tiene que ver con nuestra Argentina y que esto hay que ponerlo en relevancia. Nuestros alumnos se muestran muy interesados por la problemática de la educación superior en Chile, han visto las manifestaciones y la lucha de los estudiantes. Repensar la situación de Chile nos lleva a preguntarnos ¿cuáles son nuestras posibilidades y cuáles nuestros límites? Ponemos esto en debate, contextualizando nuestro sistema educativo. Porque ellos justamente van a estar en la formación.
¿Sigue vigente la promesa de que la educación sirve para acceder… o como posibilidad de trabajo?
Gonzalo Juarros: -Lo que yo puedo constatar en las encuestas informales, en las charlas que llevamos adelante con los alumnos, es que en nuestra población institucional la mayoría de los estudiantes son la primera generación que accede, en su familia, a estudios de nivel superior, y esto es algo que viene pasando desde hace varios años. En ese sentido creo que no se cae todavía esa propuesta. Por supuesto no está acabada esa propuesta y tiene fallas, pero creo que es muy importante aún hoy el impacto de esta propuesta; puede ser que en el imaginario haya cierta desilusión, pero creo que sigue siendo muy importante. Esto los chicos lo saben, lo que hacemos es ponerlo en cuestión y debatirlo, abrir esa discusión nuevamente. Los chicos se muestran interesados todo el tiempo: el primer empleo, la situación de la educación, el contexto comparativo con otros países.
Nosotros tratamos de que el alumno haga el trayecto completo en la escuela, los acompañamos mucho. Los practicantes vienen a pedirnos libros, a solicitar orientación, más allá de los profesores de práctica, nos interesamos por saber cómo están, qué necesitan, cómo están marcando sus prácticas.
Hace poco tiempo tuvimos una de las jornadas del Plan Nacional de Formación Permanente en el Trayecto de estudiantes. Como Coordinador participé de esas reuniones. Los alumnos destacaban permanentemente el compromiso del equipo docente para acompañar las cuestiones laborales y hasta personales difíciles, en las que siempre tienen una orientación para una solución o una palabra de aliento. De este modo tratamos de que los alumnos con dificultades permanezcan en la Institución. Como característica institucional el docente está muy cerca del alumno, y los mismos jóvenes lo destacan.
Un consejo para los alumnos que egresan y su futura vida laboral…
Raúl Fernando Pena: -Por sobre todas las cosas les dijo que como futuros docentes debe cultivar la paciencia y la escuchar. La secundaria es la realidad inmediata donde nuestros egresados se van a desempeñar. Es necesario que se sigan capacitando, extenderse en la licenciatura y vengan a cubrir los puestos de trabajo que nosotros estamos dejando. Es importante querer lo que uno hace y querer la persona que uno tiene por adelante para educar, porque la docencia es un acto generoso por sobre todas las cosas. Hay una voluntad de ayudar a construir la persona que se está formando. Acompañar a los chicos y saber escucharlos. Yo he ido a tantos cumpleaños de 15, de 18, a sepelios y hasta el Hospital Pereyra por problemas de drogas. A un chico le habían pegado tres puntazos por una bicicleta, lo fui a ver al Hospital Central y le dije: “No te vas a morir porque sos macho y sos el tropero”.
¿Cuál es el mayor logro docente?
Raúl Fernando Pena: -De los alumnos he recibido muchísimo cariño, son capaces de gestos generosos, el joven de por sí es muy generoso, los años nos van contaminando. El apoyo de alumnos y exalumnos cuando he tomado un cargo tanto en la escuela secundaria como en el terciario. Los llamados telefónicos y visitas cuando he estado internado. Son cosas que me hicieron muy feliz. Eso en lo personal.
El verlos realizados como buenas personas, más allá de dónde lograron un puesto de trabajo. Que me muestren la familia que constituyeron, que están trabajando y con decencia y honradez, con todo aquello que adquirieron en la escuela. Nunca fui a una fiesta del día del Maestro pero nunca falté a una colación de grado. Siempre acompañé a mis alumnos.
Profesionalmente me gratificó mucho haber recibido, en el 2013, de manos de la Prof. María Inés Abrile de Vollmer el reconocimiento al “Docente Destacado del Nivel Superior”, obtener ese reconocimiento de mis pares es algo que valoro muchísimo.
Gonzalo Juarros: -Para mí en el día a día, como por ejemplo esta mañana con el grupo de Educación Inicial. El ímpetu, el esfuerzo que las chicas ponen para opinar y debatir, para seguir con entusiasmo, a mí me da la certeza de que les ha interesado la clase y me hace creer en la actividad docente. En clase las alumnas se emocionan, se cuestionan, y todo eso te lo trasmiten.
Raúl Fernando Pena: -Yo a veces no escucho el timbre… y me ha pasado en las aulas del fondo del Ala Sur que les digo ¿a qué hora es el recreo? Pasó hace 20 minutos profe… y están todos ahí. Son pequeños detalles que los jóvenes tienen.
¿Qué diferencia ven en la formación de jóvenes de carreras docentes de los no docentes?
Raúl Fernando Pena: -Es un compromiso muy grande porque uno se extiende en eso, así como uno siente en la familia que se extiende la vida a través de los hijos, con los alumnos también. Cuando uno sabe que van a ser profesores conversamos con ellos para saber qué inquietudes, inclinaciones u orientaciones tienen, qué temores y dificultades encuentran en las prácticas docentes con situaciones fuertes. Un practicante pone todo de sí para armar una clase magistral y después se da cuenta que es poco lo que puede dar, eso es chocar con la realidad. A algunos los afecta mucho, no saben cómo manejar la situación y aprenden lo valioso que son los pequeños logros en cada individuo, porque cada chico tiene sus tiempos de aprendizaje y vas comprobando en distintas etapas sus avances. Lo importante es que lleguen, antes o después…
Gonzalo Juarros: -Yo trabajo en carreras técnicas particularmente y la diferencia está sobre todo en el desarrollo del tema laboral. En las carreras técnicas los chicos no tienen tan en claro los nichos de trabajo, no tienen espacios determinados como objetivo, como es el caso de la escuela. Su ámbito es más diverso, entonces la preparación también tiene un abanico que se amplía. En las carreras docentes profundizamos más y en las técnicas ampliamos más las opciones. Es muy interesante ver cómo los egresados se van incorporando a distintas organizaciones o empresas del medio y van desarrollando su trayecto profesional.
Raúl Fernando Pena: -Yo me siento muy feliz, muy realizado con mi profesión. Si en algo me fue muy bien en la vida fue como docente, si volviera a nacer volvería a ser maestro.