Entrevista a María del Carmen Abal
Entrevistamos a María del Carmen Abal, profesora de Lengua y Literatura, Coordinadora del Profesorado de Enseñanza Secundaria en Lengua y Literatura del IES Nº 9-010 ?Rosario Vera Peñaloza? de Eugenio Bustos, San Carlos. Con más de 20 años en esta profesión nos dice que si volviera a nacer, volvería a elegir la docencia.
¿Cómo fue que eligió su carrera docente?
Haciendo memoria, siempre me gustó la literatura, me gusta leer mucho, en mi casa había un ámbito de lectura importante; aunque mi padre solamente tuvo estudios primarios, mi mamá era maestra, pero siempre hubo muchos libros en mi casa y me gustaba a leer mucho aunque pienso que si no hubiera habido libros, los hubiera buscado. Mi padre era un gran lector, pese a sus estudios limitados. Esto de alguna manera influyó mucho en la elección de mi profesión, además bueno mi mamá era maestra. Tuve también docentes de referencia, tenía profesoras muy estrictas, buscaban ser muy justas en sus evaluaciones, muy minuciosas.
La literatura se da como pasión, eso encontré en la universidad cuando estudié en Filosofía y Letras. Recuerdo mucho el profesor Ruiz Díaz, que nos daba Introducción a la Literatura, él había conocido a Borges y a otros escritores, entonces salpicaba sus clases con estas cosas y por eso lo admiro. También recuerdo una profesora que daba el siglo de Oro Español, le decíamos “La Negrita”, ella tenía ese rasgo humano que me gusta ver en los profesores, podía apasionarse, tenía desarrollada esa faceta humana que hace considerar al alumno como tal. También recuerdo al profesor Bertoni que murió cuando estábamos cursando, el nos leía poemas y le ponía vida a la poesía.
Teniendo en cuenta estos docentes que la marcaron ¿cómo debe ser un docente?
Para mí, un docente tiene que tener la solvencia académica necesaria, una vez que uno se recibió no terminó de estudiar sino que empezó a estudiar. Yo siempre pienso que ojalá el día tuviera más horas para poder leer más, lamentablemente como uno tiene el tiempo limitado tiene que elegir qué leer. Después de esta solvencia académica, un docente tiene que recordar que trabaja con personas. Para mí, el nivel superior ha sido un espacio en el que he podido considerar a los alumnos como personas, pude desarrollar mi idea de que un profesor no sólo es el que enseña para la vida sino también en la relación con los otro, te enseña valores sociales, tiene una conducta que es consecuente con lo que dice, sobre todo eso. No es ser mejor o peor, ser consecuente con lo que uno dice, sino sos un fraude, si como docente no sos auténtico,… Todos tenemos días en los que estamos bien o mal, pero como docente hay que entender al otro. A veces, nuestros alumnos están atravesados por problemas, cuando escucho la vida de mis alumnos y alumnas digo “Dios mío como pueden llevar semejante carga sobre sus espaldas”. A mí no me ha pasado nada, en ese sentido. Uno siempre aprende de los demás, yo aprendo de mis alumnos.
¿Qué palabras o consejos les dejaría a sus alumnos?
Creo que hay que ser auténtico para ser docente, porque los chicos tanto de nivel superior como secundario siempre miran y admiran a aquel que cumple lo que dice; hay que ser una persona honesta, poner las cartas sobre la mesa. Ellos no tienen problemas cuando vos sos frontal y les decís yo te ofrezco un espacio, no sé qué pasa en la calle, en otras materias, en otras aulas, pero yo acá te ofrezco un lugar distinto, una opción diferente, un espacio para que seamos mejor, leer de otra manera, vos tenés la decisión.
¿Cuál ha sido su mayor logro en la carrera docente?
La relación con los alumnos, el cariño de mis alumnos es lo más importante, independientemente de que les doy un especial cariño a aquellos que se apasionan por García Márquez, como yo; que se apasionan por la profesión. Siempre les digo “con esta profesión no van a ser ricos pero nunca les va a faltar nada” y no son profesionales menores, más teniendo en cuenta el valor de nuestra responsabilidad.
La educación superior cambia la vida para muchos de nuestros alumnos, ¿qué le diría a un alumno que está totalmente descreído de la educación?
Lo que les digo a mis alumnos que podés tener dinero y lo podes perder, podés tener una propiedad y perderla o recuperarla, pero cuando vos estudias, nadie te puede quitar el conocimiento.
Hablando de evaluación ¿cómo un alumno le demuestra que ha aprendido?
Han aprendido cuando pueden establecer relaciones, de lo que yo les he enseñado con el resto del mundo. Un alumno que cumple con el mínimo de lo que le pedís aprueba, mientras que otros vuelan, generan conexiones, intercambio. Yo vengo desde Mendoza, trabajo aquí desde hace 18 años, desde que se abrió la carrera de lengua, creo que desde 1996. Sigo apostando por esta institución a pesar de la distancia, porque es donde yo he crecido como profesora, mi profesión me ha hecho feliz es muy bueno poder vivir de aquello que uno ama, en otra vida volvería a ser docente.