Buscar trabajo…¡qué trabajo!

Buscar trabajo…¡qué trabajo!


 

Luego de los consejos sobre cómo armar un buen CV, ahora te proponemos conocer acerca del segundo paso: la entrevista de trabajo. Este material puede servirte para resaltar tus aptitudes y capacidades frente al posible entrevistador.

A prepararse…

Antes de acudir a una entrevista de trabajo, es muy recomendable que te prepares bien. Siempre hay que transmitir una sensación de seguridad y de confianza, y para ello, lo mejor es mantener la situación bajo control, estando seguro de lo que se hace.

  • Informate todo lo que puedas sobre la empresa antes de acudir a la cita.
  • Estudia tus aptitudes, tu experiencia y tu educación. Averigua cuáles son tus fuertes y explotalos.
  • Llevá el currículum estudiado perfectamente, ya que se basarán en él para preguntarte.
  • Prepara argumentos para defender tus puntos débiles.
  • Si te citan por escrito, lo correcto es que llames para confirmar tu asistencia.
  • No acudas con gafas oscuras.
  • Comprueba tu apariencia. Es conveniente que evites llevar ropa llamativa; siempre es recomendable ir bien vestido, limpio y afeitado.
  • Presentate en la entrevista solo, sin compañía.
  • Llega pronto, unos cinco minutos antes. La puntualidad es un buen signo.
  • Prepara la entrevista, el seleccionador va a hacerlo también.

El momento de la entrevista: el cuerpo habla

La postura y las formas


  • Las primera impresión es de gran importancia. Muchos empresarios consideran que tras haber visto entrar por la puerta a un candidato, observar la forma de dar la mano y sentarse, ya son capaces de decidir.
  • Saluda al entrevistador de forma convencional.
  • Siéntate derecho. Sentarse al borde de la silla suele denotar inseguridad, y hacerlo recostado, falta de respeto.
  • No seas el primero en extender la mano, espera a que tomen la iniciativa ellos.
  • Saluda con un apretón de manos y sonríe, mirando a los ojos.
  • No te sientes hasta que te lo digan.
  • No tutees si no te lo indican.
  • Mostrate atento y simpático.
  • Evita ponerte nervioso y, si lo haces, evita los gestos que lo demuestran como morderse las uñas, golpear en la mesa, agitarse en el asiento.
  • No fumes ni comas chicle.
  • No interrumpas.
  • Mira al entrevistador a los ojos, pero sin intimidar.
  • Deja que él tome la iniciativa.
  • No hables demasiado, ni demasiado poco. En el equilibrio está la virtud.
  • Cuida tu lenguaje.
  • No peques de agresivo ni de sensible.
  • No te aproximes mucho a él.
  • No pongas los codos encima de la mesa del entrevistador.
  • No cruces los brazos, puede parecer que estás a la defensiva.
  • Si te ofrecen una bebida puedes aceptar pero, que no sea alcohólica.

Cómo expresarte

  • Piensa antes de contestar.
  • Responde clara y brevemente.
  • Dí siempre la verdad.
  • Enfatiza tu formación, experiencia y resultados de tus trabajos.
  • No uses palabras rebuscadas.
  • No respondas con evasivas o dudas, ni con monosílabos.
  • No esperes demasiado tiempo para responder, podría parecer síntoma de distracción.
  • No utilices expresiones tajantes “siempre, nunca”, ni utilices latiguillos “osea”, “este”, “bueno”…
  • Muestra entusiasmo por el trabajo, pero no lo supliques.
  • Nunca hables mal de las empresas en las que has trabajado.
  • No te niegues a responder preguntas.
  • Si te hacen preguntas de tipo: si va de viaje con su novio ¿qué piden, una o dos habitaciones?; responde que en tu opinión ese asunto es irrelevante para deducir tu idoneidad para el puesto al que optas. Dilo con seriedad pero no con agresividad. Estas preguntas valoran tu control emocional.

Lo importante es la actitud

  • Piensa positivamente.
  • No pidas el puesto como si fuera una limosna.
  • No digas que necesitas terriblemente el trabajo.
  • No critiques a pasados empresarios.
  • Haz preguntas, pero sin parecer prepotente.
  • Si tienes dudas, pregunta sobre las posibilidades de promoción, la empresa o el puesto de trabajo.
  • Los temas económicos siempre son espinosos. Pregunta si tienes dudas, pero que no parezca que es tu principal motivación.
  • Expresa siempre tu agradecimiento.

Fuente

Las 25 típicas…

¿Cómo sobrevivir a todo esto? 25 preguntas e ideas para obtener buenas respuestas que hacen en las entrevistas laborales recopiladas del libro de Wayne D. Ford. Revisalas, estudialas y pensá como responderías a cada una de ellas. Acá te ayudamos. 

1. Contame acerca de vos

Esta es la pregunta más común en las entrevistas de trabajo. Necesitás tener una oración corta preparada en tu cabeza, pero tené cuidado para que no suene ensayada. Limitate a temas relacionaos con el trabajo a menos que te pidan otra cosa. Hablá de lo que hiciste y trabajos que tuviste que se relacionen con el puesto por el que te están entrevistando. Empezá con el antecedente más antiguo y avanzá hacia el presente.

2. ¿Por qué dejaste tu último trabajo?

Puede ser también que estés trabajando actualmente y la pregunta sea por qué querés abandonar tu trabajo actual. Sea lo que sea, mantenete positivo sin importar las circunstancias. Nunca comentes un problema importante de administración y nunca hables mal de tus jefes, compañeros de trabajo o la empresa. Si lo hacés, serás vos el que quede mal. Seguí sonriendo y decí que te fuiste por una razón positiva, como por ejemplo una oportunidad para hacer algo especial o avanzar en tu carrera laboral.

3. ¿Qué experiencia tenés (en este campo en particular)?

Hablá de cosas específicas y que se relacionen con el puesto por el que te están entrevistando. Si no tenés una experiencia específica intentá acercarte tanto como puedas.

4. ¿Te considerás exitoso?

Siempre debés responder qué sí y explicar brevemente por qué. Una buena explicación es que tenés objetivos claros, algunos de los cuales ya los cumpliste y estás en camino de alcanzar los otros.

5. ¿Qué hiciste este último tiempo para mejorar tu conocimiento?

Intentá incluir actividades que se relacionen con el trabajo. Una amplia gama puede ser nombrada como auto-superación. Tené pensadas algunas por si te hacen esta pregunta.

6. ¿Estás buscando trabajo en otras empresas también?

Sé honesto y no pierdas mucho tiempo en esta área. Mantené el foco en este puesto en particular y en lo que podés hacer para la empresa. Todo lo demás es una distracción.

7. ¿Por qué querés trabajar con nosotros?

Esto puede que sea necesario pensarlo muy bien y seguramente debas basar tu respuesta en una investigación previa de la empresa (otra pregunta común es «¿Sabés algo de esta empresa?”). La sinceridad aquí es extremadamente importante y tu entrevistador la notará fácilmente. Relacioná tu respuesta con objetivos a largo plazo que tengan que ver con tu carrera laboral.

8. ¿Conocés a alguien que trabaje para nosotros?

Algunas empresas tienen políticas estrictas de parientes y compañeros de trabajo. Esto puede afectar a tu entrevista. Asegurate de no mencionar a ningún amigo o familiar si es el caso. En caso contrario y si alguien te recomendó la empresa, nombralo y aclará los buenos valores que destacan la compañía.

9. ¿Qué remuneración pensás obtener?

Una pregunta difícil, con doble filo. Es un juego sucio que probablemente pierdas si respondés primero. Entonces, no la respondas. En cambio decía algo como: “Bueno, esa es una pregunta difícil. ¿Podrías decirme qué rango de números manejan ustedes para este puesto?” o algo así. En la mayoría de los casos, el entrevistador, con la guardia baja, te lo dirá. Si no lo hace, decí que no podés estar seguro porque depende de los detalles del trabajo. Luego dale un amplio rango.

 

10. ¿Estarías dispuesto a trabajar por la noche, horas extras o fines de semana? ¿Y a mudarte por el trabajo?

Deberías tener esto claro con vos mismo y con tu familia antes de que surja en la entrevista. No digas que sí solo para obtener el trabajo si la verdadera respuesta es no. Esto puede crear muchos problemas luego. Sé honesto y evitá problemas en el futuro.

11. ¿Considerás que trabajás bien en equipo?

Claro que trabajás bien en equipo. Asegurate de nombrar uno o dos ejemplos. Casos específicos que muestren cómo te desenvolvés bien con un grupo. Este es un punto clave.

12. ¿Cuánto tiempo tenés pensado trabajar con nosotros si te contratamos?

Un tiempo específico no es para nada bueno. Algo como esto debería servir: “Me gustaría que fuera por un largo tiempo. O al menos mientras que ambos sintamos que estoy haciendo un buen trabajo.”

13. ¿Cuál es tu filosofía con respecto al trabajo?

El entrevistador no está buscando una disertación larga y preparada en este punto. Algo como que sentís que el trabajo tiene que cumplirse con dedicación basta. Ese es el tipo de respuesta que funciona. Corta y positiva, mostrando un beneficio para la empresa.

14. ¿Te echaron de un trabajo alguna vez?

Respondé honestamente. Si no te echaron, bien. Si alguna vez sucedió, decilo de forma breve y evitá nombrar cualquier cosa negativa acerca de la gente o la empresa para la que trabajabas.

15. Explicame por qué creés que deberíamos contratarte

Deberías estar contento si te dicen esto. Te da una chance única de resaltar tus mejores puntos y relacionarlos con el puesto requerido. Asegurate que tu respuesta dé una idea clara de esta relación. No menciones ningún otro candidato para hacer una comparación.

16. ¿Cuál dirías que es tu punto más fuerte?

Aquí varias respuestas son buenas, simplemente mantenete positivo. Por ejemplo: tu habilidad para priorizar, tus habilidades de resolución de problemas, tu inclinación a trabajar bien bajo presión, tu habilidad para mantenerte concentrado en los proyectos, tu experiencia profesional, tu liderazgo natural, etc.

17. ¿Por qué creés que te iría bien en este trabajo en particular?

Da varias razones e incluí habilidades, experiencia e interés.

18. ¿Qué es más importante para vos: el trabajo o el dinero?

El dinero es siempre importante, pero el trabajo lo es aún más. No hay mejor respuesta que esa.

19. ¿Qué característica tuya destacó algún jefe anterior?

Hay muchas buenas posibilidades: lealtad, energía, actitud positiva, liderazgo, trabajo en equipo, experiencia, iniciativa, paciencia, trabajo duro, creatividad, etc.

20. Contame de algún problema que hayas tenido con un jefe anterior

Esta es una gran trampa. Sirve para ver si hablarías mal de tu jefe. Si caés y explicás un problema con un jefe anterior probablemente arruines el resto de la entrevista. Mantenete positivo y desarrollá una mala memoria acerca de cualquier problema con un supervisor.

21. ¿Considerás que trabajás bien bajo presión?

Podés decir que mejorás tu rendimiento bajo ciertos tipos de presión. Nombrá un ejemplo que se relacione con el tipo de puesto por el que te están entrevistando.

22. ¿Qué te motiva a dar lo mejor en tu puesto de trabajo?

Esto es una cualidad personal que solo vos podés decir, pero buenos ejemplos son: desafío, logros y reconocimiento.

23. ¿Estás dispuesto a poner los intereses de la empresa por encima de los tuyos?

Esta es una simple pregunta de lealtad y dedicación. No te preocupes acerca de las profundas implicaciones éticas y filosóficas, solo decí que sí.

24. ¿Qué aprendiste de los errores en tus trabajos anteriores?

Acá tenés que obligatoriamente decir algo o perderás credibilidad. Asegurate que sea algo chico, un error sin mala intención y con una lección aprendida que sea positiva. Un buen ejemplo sería haber trabajado más rápido que tus colegas en algún proyecto y que por lo tanto complicó la coordinación entre ustedes.

25. ¿Tenés alguna pregunta para mí?

Siempre te conviene tener algo preparado. Preguntas tales como de qué forma te vas a insertar al trabajo, cuando podés empezar a ser productivo o sobre qué tipo de proyectos vas a trabajar son buenas opciones.

fuente

Tips para una entrevista de trabajo

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