Turismo sin barreras

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TURISMO SIN BARRERAS

ABSTRACT DEL PROYECTO:

El ocio es de suma importancia para la sociedad actual y debe entenderse como una experiencia humana, un fenómeno social y un derecho fundamental que favorece el desarrollo de las personas y del que nadie debe ser privado por razones de discapacidad, género, orientación sexual, edad, raza, religión, creencia, salud, condición económica o cualquier circunstancia personal o social. En este sentido, cabe señalar que las personas con discapacidad son titulares de los mismos derechos y deberes, entre los que se encuentra el derecho al ocio y por ello reclaman la plena equiparación de oportunidades y de acceso a los recursos disponibles en la sociedad. Por lo tanto será necesaria la eliminación de las barreras de diversa índole que todavía existen en los distintos contextos.

El proyecto “Turismo sin barreras” busca la inclusión e integración de las personas con movilidad y comunicación reducida a espacios turísticos que utiliza el resto de la sociedad. Éste, quizá, es el reto más importante para profesionales que trabajan en relación con el turismo. Puede resultar relativamente sencillo organizar actividades específicas para estos sujetos dentro de un determinado contexto, pero lo realmente importante no es crear “un turismo aislado y marginado”, sino modificar espacios y transformarlos en accesibles, descubrir nuevas posibilidades de intervención en la gestión privada y concientizar, sensibilizar a los futuros guías y prestadores turísticos para la práctica de un turismo más humanitario, que ponga el acento más en la calidad que en la cantidad.

Además es importante resaltar que se denominó “Turismo Sin Barreras” a la oportunidad de aquellos que no tienen limitaciones visuales, de aprender y enseñar realmente en la libertad de la diversidad; de pensar y ejercer la educación desde la intimidad personal y grupal, donde la afectividad adquiere una importancia tan grande o mayor que aquella que se le atribuye al intelecto. Una nueva visión que supone pasar de la vista como sentido ordenador de la realidad al tacto como analizador privilegiado de la cercanía.

 

 

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