Un estudiante fue denunciado por sus compañeras y docentes por acoso sexual. Gracias al Protocolo de intervención en casos de violencia de género del Nivel Superior, el instituto pudo resolver la situación con celeridad y proteger a las víctimas.
Un hombre de 43 años que cursaba en el IES N° 9-018 “Celso Jaque”, de Malargüe, fue denunciado por sus compañeras y una docente por acoso sexual. El hecho ocurrió antes del receso invernal y pudo ser resuelto con celeridad gracias al accionar de las autoridades del instituto, que asistieron a las víctimas y actuaron conforme establece el “Protocolo de intervención en casos de violencia de género del Nivel Superior” interviniendo de inmediato para cuidar la integridad física de las denunciantes y dando curso a dos procesos, uno de investigación administrativa por parte del IES y otro judicial.
La Coordinación General de Educación Superior (CGES), a través del Área de Género, ha capacitado a los IES provinciales para abordar y resolver situaciones de violencia sexista denunciadas tanto en el ámbito académico como privado, fortaleciendo la gestión de los institutos para prevenir, erradicar, reparar las violencias por motivos de género y asistir integralmente a las personas en dicha situación.
Gracias a esta formación, hoy los IES de gestión estatal de Mendoza están preparados para atender una denuncia por violencia de género con celeridad. El rector del IES N° 9-018, Prof. Marcelo García, informó que las alumnas y la docente temían por su integridad física y que, tras exponer el caso en la rectoría, fueron inmediatamente asistidas por un abogado.
“Debieron hacer una exposición en el Juzgado Contravensional de Malargüe, generándose una causa que llevó adelante la titular del órgano judicial, la doctora María Paz Zabalegui”, explicó García, remarcando que el comportamiento del individuo atentaba claramente contra la dignidad de sus compañeras y profesora, con acosos sexuales, situaciones de miradas lascivas y circunstancias conflictivas que dificultaban el normal desenvolvimiento de la institución.
“Desde el instituto se citó al alumno para darle su derecho de defensa”, destacó García, pero el sujeto no se presentó y a los pocos días envió una renuncia para dejar de ser alumno formal del establecimiento.
Una vez reunidas todas las pruebas, la jueza Paz Zabalegui emitió un dictamen final que estableció una perimetral, determinando asimismo que el sujeto se someta a recibir asistencia psicológica y a realizar el curso Micaela. Además, el individuo denunciado debe respetar dos medidas perimetrales: una con las alumnas y la docente, y la segunda con la entidad educativa.