Diálogo con María Cristina Hisse, Coordinadora Nacional de Desarrollo Curricular del INFD
?Tener docentes que asuman su tarea con responsabilidad y pasión es lo mejor que le puede pasar a un alumno?
«Creo que estamos viviendo un momento muy importante para la formación docente ya que desde hace unos años está en la agenda educativa y concita mucho interés de parte de la sociedad en su conjunto: de los estudiantes, de los padres, de los docentes, de las autoridades, y esto es algo para celebrar y nos desafía a estar a la altura de las circunstancias».
¿Cómo se está dando en nuestro país el proceso de cambio curricular?
Desde 2008 a la actualidad hemos logrado la renovación de todos los diseños curriculares de la formación docente para los distintos niveles y modalidades del país. En el año 2009, se renovaron los de los Profesorados de Educación Inicial y de Educación Primaria y a partir de 2010, gradualmente, las provincias han iniciado la actualización de los diseños de los restantes profesorados. En todo este proceso, la provincia de Mendoza estuvo a la vanguardia y fue la primera, junto con la provincia de Córdoba, en completar la renovación de todos sus diseños. Por eso creo que estamos viviendo un momento muy importante para la formación docente ya que desde hace unos años está en la agenda educativa y concita mucho interés de parte de la sociedad en su conjunto: de los estudiantes, de los padres, de los docentes, de las autoridades, y esto es algo para celebrar y nos desafía a estar a la altura de las circunstancias. La clave de este proceso ha sido que se trató de una construcción que se hizo con la activa participación de los distintos niveles involucrados -las instituciones formadoras, las provincias y el estado nacional- y cada uno desde su lugar aportó lo propio, según su nivel de responsabilidad. A siete años de iniciado este proceso podemos reconocer entre sus principales logros el haber avanzado en la reconstrucción del sistema formador que estaba muy fragmentado; hasta hace poco tiempo era muy difícil hablar de sistema formador a nivel nacional… Si bien es cierto que cada una de las 24 jurisdicciones con sus institutos venían llevando adelante, en muchos casos, iniciativas interesantes, se trataba de proyectos aislados; no era posible pensarlos como proyectos generalizables y compartidos, lo que terminó generando circuitos muy diferenciados. Para revertir esta situación, en estos años se han construido una serie de encuadres y marcos comunes, a partir de los cuales cada provincia elabora sus propuestas formativas. Es importante no perder de vista que cada instituto (1300, tanto de gestión estatal como privada, de 24 jurisdicciones) forma los docentes para toda la República Argentina y esto nos obliga a tener criterios comunes que nos permitan garantizar una formación equivalente.
¿Qué queda por delante?
Nos queda evaluar de manera sistemática lo que estamos haciendo para ver si efectivamente las reformas impulsadas están dando el resultado esperado. En el marco de este proceso, hemos extendido la duración de los Profesorados de Educación Inicial y de Educación Primaria, homologándolos a los Profesorados de Secundaria, hemos incluido en todas las carreras la práctica desde 1°año, se han incorporado nuevos contenidos y nuevos formatos curriculares, nuevo régimen académico, entre otras cosas, pero debemos tener presente que todo esto se hizo con un único propósito que es formar a los docentes que el sistema educativo de nuestro país necesita y esto nos obliga a evaluar, a hacer un seguimiento permanente de la implementación de los nuevos diseños para ver si lo que nos habíamos propuesto se está convirtiendo en realidad. Por lo tanto, lo que tenemos por delante en el corto plazo es completar la evaluación de los diseños en marcha, y a la luz de la información recogida, reformularlos y actualizarlos para profundizar lo que se viene haciendo bien y modificar lo que sea necesario. Simultáneamente, es fundamental continuar trabajando para asegurar la articulación necesaria entre el nivel superior y los niveles para los que forma.
¿Qué mensaje le daría a los estudiantes?
Creo que en la profesión docente hay dos cuestiones que son clave: la formación permanente y la pasión por enseñar. A los estudiantes, futuros docentes, les diría que han elegido una de las tareas más importantes que puede desarrollar un ser humano que es la de ayudar a educar a otros y esto es posible sólo cuando se siente una gran responsabilidad y una gran pasión por lo que se hace. También les diría que es muy importante que se sigan formando, que es necesario seguir aprendiendo siempre; que quien enseña no puede dejar de aprender. Que para poder enseñar es necesario tener claridad acerca del sentido de lo que se enseña porque nadie puede transmitir aquello que no ama. Otra cuestión importante tiene que ver con el compromiso, compromiso con la tarea, con los alumnos, con un proyecto que garantice a todos los niños y jóvenes de nuestro país el derecho a estudiar. Para que esto sea posible es necesario tener la firme convicción de que todos los alumnos pueden aprender y además hay que tener la formación necesaria para generar las condiciones pedagógicas que permitan aprender a todos. Yo siempre digo que no hay nada más emancipador que enseñar y que uno es mejor docente, comprende mejor y puede intervenir con más elementos en el aula cuando entiende cómo funciona el mundo ya que en el aula se juega todo lo que pasa en la realidad. Entonces, tener docentes que asuman su tarea con responsabilidad y con pasión es lo mejor que le puede pasar a un alumno.
¿Cómo ve a Mendoza en esta instancia?
Sin dudas viene desarrollando un proceso muy importante y los resultados están a la vista: prácticamente toda la formación docente renovada, proyectos de investigación, de desarrollo profesional en marcha, en fin, creo que es una provincia que viene realizando grandes contribuciones a nivel nacional y esto es digno de ser destacado. Pienso que estos logros tan importantes son el producto de varios factores. En primer lugar, docentes formados, comprometidos, responsables con su tarea; en segundo lugar, un trabajo bien planificado, con prioridades bien definidas y participativo, impulsado por las autoridades de la Dirección de Educación Superior; y en tercer lugar, una clara direccionalidad política: Mendoza cuenta con un sólido proyecto de política educativa integral con metas claras y estrategias sostenidas en el tiempo, y sin duda alguna, la confluencia de estos tres factores ha sido la clave de los logros tan importantes alcanzados en estos años.